Sabores de otoño
17 de octubre de 2016
Recién llegados de vacaciones y con solo abrir la ventana nos queda claro: el otoño ya está aquí y ha llegado para quedarse. Y más allá de cambiar el armario y contemplar cómo van cambiando de tono las hojas de los árboles, también empezamos a cambiar lo que comemos. Las ensaladas pasan de ser un plato recurrente a limitarse a acompañar una buena carne y parece que ya empieza a apetecer un plato de cuchara. Y entre tanto, van reapareciendo alimentos que creíamos olvidados.
¿Pero cuáles son los imprescindibles de esta época del año? Más allá de que hoy en día podamos encontrar casi de todo durante todo el año en los supermercados, cada estación tiene sus propias características que traen consigo el momento idóneo para determinados productos. Y como nos gustan los alimentos de temporada, he aquí un repaso a los que nos trae la caída de las hojas.
Las castañas son un alimento típicamente otoñal. En breve estarán en su punto álgido y seremos los primeros en apuntarnos a celebrar el amagüestu.
Las legumbres, proveedoras de vitaminas, magnesio y soja, son una estupenda opción para reencontrarnos con el plato hondo.
El otoño es una época propicia para muchos tipos de setas que solo se dan en esta estación. Junto con los champiñones, son perfectos para reforzar el sistema inmunitario ya que son ricos en proteínas, vitaminas y minerales.
La espinaca vuelve a estar en plena forma. En concreto, las espinacas aportan hierro y facilitan el tránsito de los alimento, además de tener poquísimas calorías. La calabaza y el calabacín son también dos buenas opciones en esta época, con su alto contenido en agua y su bajo aporte calórico.
Algo más alto es el de los frutos secos, pero se trata solamente de saber moderarse. Siempre y cuando no abusemos, tienen una gran cantidad de hierro, fósforo, vitaminas y nutrientes, que harán su efecto con solo un puñado al día.
Las opciones de la dieta mediterránea son múltiples y variadas, pero si ya tenemos que olvidarnos de salir sin chaqueta, metámonos de cabeza en el otoño y sentémoslo a la mesa.